Mi hermano siempre ha dicho: “Crecimos pensando que mi papá era pobre”. Vivíamos en un ambiente de ahorro y austeridad, no teníamos lujos, pero eso sí, siempre tuvimos lo que necesitábamos. Si teníamos hambre, solo era abrir la nevera, si teníamos frío, había ropa decente para pasar el día y la noche, queríamos invitar a nuestros amigos, nuestra casa era grande y espaciosa, tanto, que éramos la biblioteca del barrio y nuestros vecinos iban hasta allá a encontrar lo que necesitaban para sus tareas.
Luego crecimos, nos volvimos conscientes y descubrimos las premisas de mi padre:
El ahorro es el hábito angular de su vida, y debe ser de la nuestra, eso nos permite asegurar nuestro futuro y el de nuestros hijos.
2. Aumentar la diferencia entre el ingreso y los gastos necesarios para vivir.
A pesar de que sus ingresos aumentaban año tras año, sus gastos se mantenían constantes, -tal vez los ajustaba debido a la inflación-, pero cada día, mal que bien, sobraba bastante para su ahorro. Así que este dinero lo invertía en su propia empresa o en finca raíz. Descubrimos que definitivamente mi papá era rico, no necesitaba mucho para vivir, pero sus ingresos y sus ahorros le iban a permitir vivir tranquilo el resto de su vida.
“Dar ejemplo no es la única manera de influir sobre los demás; es la única manera” Albert Einstein
Definitivamente el ambiente en el que crecemos define la forma en la que nos vamos a comportar en la vida, no solamente el ejemplo de nuestros padres, sino de toda la familia, el colegio en el que estudiamos, el barrio en el que vivimos, todo nos condiciona y nos guía a tomar las decisiones que tomamos, pero definitivamente, todo empieza en la familia, por eso, para empezar a crear consciencia del dinero en nuestros hijos, no solamente basta con enseñarles, debemos partir del ejemplo, de demostrarles que si funcionó para nosotros, también les puede funcionar a ellos.
Yo sé que cada vida es diferente, que todos tomamos decisiones de acuerdo con nuestra conveniencia, pero hay algo mejor que aprender de nuestros errores, y es aprender de los errores de los demás, y eso incluye también a los aciertos.
Partamos del hecho de que como decía Andrés López en La Pelota de Letras, nuestros hijos son 2 estratos más altos que nosotros, y no es solo un tema de arribismo, por instinto tendemos a buscar para ellos lo que nosotros no tuvimos de niños. Si nos lo podemos permitir, haremos lo que sea para que estudien en mejores colegios, vayan a mejores universidades, inclusive en el exterior, vivan en un mejor sector, no tengan que coger un bus para ir a estudiar, y todo lo que el dinero que hemos logrado acumular permita hacer de su vida más fácil.
Pero no necesariamente darles todo lo que necesitan les va a permitir tener una mejor vida, tengamos en cuenta que al moverse en un mejor ambiente que el nuestro los pone en contacto con algo que tal vez nosotros no sentimos, y es la presión social, sus amigos tienen mejores carros que ellos, usan ropa de marca y la cambian con frecuencia, asisten a los mejores sitios de la ciudad y nuestros hijos se sienten en la obligación de seguir sus pasos, lo que los obliga a no mantener el nivel de gastos que talvez les ayude a asegurar su futuro financiero.
Por eso es importante hacerles conscientes de lo que vale el dinero que ganamos e impulsarlos a hacer un esfuerzo por conseguir lo de ellos, está comprobado que como padres, nuestras decisiones con respecto a nuestros hijos son menos lógicas, más emocionales y tendemos a ayudar al más débil y a dejar de apoyar al más fuerte, con lo que solo reforzamos los defectos y los perpetuamos en la dependencia.
Intentemos darles el apoyo que necesitan sin exagerar en lo que les podamos entregar, permitamos que se esfuercen, que se equivoquen y que aprendan de su experiencia, el ejemplo, es lo más importante en la casa, si nos ven hacerlo, seguro lo seguirán, nada mejor que la independencia y la consciencia del dinero para evitar que caigan en la distorsión del dinero fácil y el consumismo, para eso estamos, para enseñarles a caminar, pero también para dejarlos caminar y experimentar con sus propias herramientas.
En el siguiente post, le mostraré algunas herramientas que le podrán ayudar a que ellos vivan su vida financiera de manera independiente, recuerde que no todos os hijos son iguales, y que cada uno necesita un incentivo diferente, está en usted averiguarlo y asegurarse de que puedan ser adultos responsables y saludables financieramente.
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