Hace unos días se me acercó una persona de 38 años, vive con su pareja en un barrio de clase media, 2 hijos en edad escolar, un trabajo estable y un salario que le permitiría vivir tranquilo, sin embargo el dinero nunca le alcanza para llegar a fin de mes.
Haciendo un diagnóstico, nos encontramos con que la cuota de su tarjeta de crédito ocupaba el 40% de sus ingresos mensuales, y que de ese 40%, la mitad se iba a pagar intereses, compras a 36 cuotas, a eso súmele la cuota de manejo no solamente de una, sino de 5 tarjetas que utilizan entre los dos para hacer sus compras.
En promedio, el costo anual, entre intereses y cuotas de manejo, le daría a su familia la posibilidad de comprar un carro de gama media sin necesidad de mucho esfuerzo.
Si bien la idea de la tarjeta de crédito es tener un cupo de crédito para comprar lo que se desee sin tener el dinero disponible, el único uso de la tarjeta es contraintuitivo:
Pagar a una sola cuota y tener el dinero disponible en efectivo en el momento de utilizarla, con esto, aprovecharemos todas las ventajas que tiene, sin pagar un solo peso por su uso.
Y es la única manera de usarla para mejorar nuestras finanzas personales.
De acuerdo con la Asobancaria, en Colombia hay más de 16 Millones de tarjetas de crédito vigentes, esto es casi 1 tarjeta por cada 3 habitantes, o 1.5 por cada persona económicamente activa, claramente, este dato ha ido aumentando año tras año, en el año 1996, este número era de 0.46.
El problema es que no sabemos cómo utilizarla, y los bancos, en su afán de vender y de colocar el dinero, no nos enseña a usarla, una cosa es la que le conviene al banco: Cobrar intereses, y otra la que nos conviene a nosotros: Aprovechar sus beneficios.
Lo primero es entender qué es y qué no es una tarjeta de crédito:
Qué es:
Es un cupo de crédito que le dan los bancos y que se puede utilizar como herramienta para mejorar el flujo de caja o apalancar inversiones, esto solo funciona en el caso de la compra de cartera, donde la competencia hace que las tasas de interés sean atractivas.
Qué no es:
No es una extensión de sus ingresos, simplemente se usa para facilitar el uso del efectivo.
Cuando no está preparado para usarla:
Cuando depende del flujo de efectivo futuro para pagarla: el dinero debería estar en su cuenta en el momento de hacer la compra, la idea de usar la tarjeta de crédito es aprovechar sus beneficios. ¿Y si mañana no recibe el dinero que estaba esperando?
Cuando difiere las compras a más de una cuota: La tarjeta de crédito es una herramienta para financiar las compras hasta 45 días, que es el tiempo máximo que hay entre la compra realizada al otro día de la fecha de cierre y el pago de la tarjeta. Por eso es importante saber la fecha de cierre, podemos colocar ese dinero a producir durante este tiempo, y nos apalancamos con los bancos.
Cuando tiene un problema de compra impulsiva: De acuerdo a los estudios cerebrales sobre el uso del dinero, el área del cerebro que indica dolor, se enciende de manera más intensa cuando se compra en efectivo, esto es porque hemos evolucionado para entender las cosas que podemos tocar, sensación que no tenemos cuando usamos una tarjeta de crédito.
Ventajas (Desde el punto de vista del usuario, no de los bancos)
1. Millas y puntos: Las compras con tarjeta de crédito entregan puntos y millas, que después se pueden canjear por pasajes de avión, productos o a veces para pagar la misma tarjeta, si compramos a una sola cuota y no pagamos cuota de manejo, es una gran opción para ahorrar en cosas que algún día vamos a utilizar.
2. Descuentos exclusivos: Algunas franquicias tienen convenios con comercios locales que dan descuentos dependiendo de la compra, esta es una fuente de ahorro significativa si las compras son programadas.
3. No se requiere efectivo: Llevar efectivo puede ser engorroso, sobre todo cuando las compras son muy grandes, la tarjeta de crédito es una herramienta cómoda y eficaz en casos como estos. A una sola cuota, y teniendo el efectivo.
4. Se puede usar internacionalmente: Para viajar, las tarjetas de crédito se vuelven indispensables, no necesitamos cambiar la moneda local por la otra moneda, lo que disminuye la cantidad de efectivo que tenemos en el bolsillo.
5. Seguros: Las tarjetas de crédito incluyen seguros para la casa y para el automóvil, lo que puede ahorrar costos en el manejo del hogar.
6. Ingresos a salas VIP en aeropuertos: En el caso de realizar viajes constantes, algunas tarjetas con cupos altos, nos permiten el ingreso sin costo adicional a espacios cómodos en los aeropuertos.
7. Compra de cartera inmediata (Mejores tasas): El cupo disponible de la tarjeta de crédito nos da la oportunidad de comprar cartera de otros bancos, de forma inmediata y a muy buenas tasas, por eso vale la pena tener dos tarjetas, de bancos diferentes, para aprovechar la compra de cartera, y de franquicias diferentes, para aprovechar los beneficios y descuentos en las compras.
8. Permite el pago automático de servicios: Vincular el pago de servicios a la tarjeta de crédito ahorra tiempo en transacciones, nos hace la vida más fácil, también se puede hacer por medio de las cuentas de ahorro, pero en ese caso no tenemos los beneficios de las tarjetas de crédito.
9. Permite clasificar más fácil nuestros gastos: Como tenemos el registro exacto del lugar en el que compramos, nos facilita el seguimiento de nuestros gastos a final de mes.
Los mayores problemas de las tarjetas de crédito están en la manera como las usamos, aquí están los más comunes:
1. Tener más tarjetas de las necesarias: La cantidad de tarjetas necesarias son dos, de dos bancos diferentes para aprovechar la compra de cartera, y de dos franquicias diferentes, ojalá Visa y MC para aprovechar sus beneficios, más allá de eso es excesivo
2. Pagar cuota de manejo: Las cuotas de manejo son un gasto innecesario, los bancos están ofreciendo sus tarjetas sin este costo con el fin de utilizarlas, haga cuentas de lo que gasta al año en este rubro, se dará cuenta de que su valor es relevante.
3. No hacer un presupuesto: El realizar compras constantemente y diferirlas a varias cuotas con la intención de disminuir la cuota a pagar, se va convirtiendo en un gasto peligroso que aumenta todos los meses, el aumento de este valor hace que disminuya el presupuesto que tenemos destinado a otros gastos que seguramente son más importantes, esta es la razón principal de los problemas con la tarjeta de crédito.
4. Hacer avances: Los avances son onerosos, no solamente se cobran a la tasa máxima permitida, sino que los intereses empiezan a correr desde el momento en que se desembolsó, lo que significa que no importa si se paga a una sola cuota, siempre generará intereses.
5. Solicitar ampliación de plazos (Solo le sirve al banco): La ampliación de plazo con el fin de disminuir la cuota mensual solamente le servirá al banco, generalmente, el 80% de los intereses ya fueron pagados cuando llevamos el 60% de las cuotas pagadas, re diferir la deuda es un negociazo para el banco, para nosotros no.
6. Pagar una tarjeta con otra tarjeta: El hábito de pagar el saldo de la tarjeta de crédito todos los meses es obligatorio, cuando existe la posibilidad de cubrir un hueco con otro hueco, existe la sensación de haber resuelto el problema, pero seguiremos pagando intereses sobre intereses y el saldo se va a hacer cada día más grande.
7. No hacer seguimiento a los pagos automáticos: Revisar todos los meses qué es lo que estamos pagando con la tarjeta es necesario, a veces quedan suscripciones que ya no usamos, que seguimos pagando porque nos da pereza cancelarlas, esto parece poco, pero a largo plazo, cuando sumamos los valores, se vuelven importantes.
8. No tener en cuenta las tasas de interés: Si bien las tasas de interés de una tarjeta de crédito deben ser irrelevantes, - en el caso de estar usándola correctamente-. No entenderlas nos puede llevar a pagar valores que se vuelven inmanejables.
Consejos:
Cual es la mejor tarjeta:
Personalmente creo que no depende del banco ni de la tasa de interés, depende solamente de si cobra cuota de manejo y si es recibida en todos los establecimientos.
Cuantas tarjetas debemos tener:
Máximo 2, que no cobren cuota de manejo, de diferentes bancos para aprovechar la compra de cartera y de diferentes franquicias, ojalá las más conocidas para que sean recibidas en todos los establecimientos.
Al final, todo se reduce a utilizar la tarjeta de crédito como una herramienta, no como una extensión de los gastos, cada vez que se vea en la necesidad de usarla para comprar algo que le exija su uso, pregúntese:
Qué pasaría si no contara con la tarjeta de crédito, cómo buscaría los recursos para hacer la compra.
Fuentes:
Experiencia propia.
Asobancaria
Banco Mundial
Fedesarrollo
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